jueves, 15 de diciembre de 2016

13.- DURO ENTRENAMIENTO HACIA LA ERMITA (11/08/2016)

Finalizando el durísimo entrenamiento.

                                               En esta tarde calurosa de Agosto (superando los 40º C al sol), Yayo decide poner a prueba a Cañete y elige como entreamiento la Ermita de Nuestra Señora la Virgen de la Peña de Francia, atacando la ascensión por su vertiente más dificultosa, la vertiente oeste. 
El entrenamiento comienza donde siempre, los inicios transcurren por las aceras de la Avda Agustín de Foxá, vamos realajados pues Yayo y yo sabemos lo que nos queda por delante, iniciamos la bajada de la Aceña y continuamos la carrera por la carretera de Sanjuanejo, vamos en grupo y ya sudando por el tremendo calor que nos azota. Vamos llegando al cruce con la Cañada de las vacas y justo ahí, pero en sentido contrario, vemos como se perfila la fortísima ascensión. Se accede a ella desde una recta de arena y camino polvoriento en estas fechas, a unos 300 metros llega lo peor, la empinada cuesta puede tener una longitud de unos 600 metros, pero con un desnivel máximo de un 11 %. 
Subimos despacio, yo me separo debido a que Yayo ha de subir a Cañete sin que se pare, hay que hacerlo dando los pasos cortos y apretando un huevo contra otro como dice mi compadre Manu. 
Momento de la coronación.





En esta instantánea que realizo desde la cima, se puede apreciar la subida descrita y como Cañete va torcido debido al fortísimo esfuerzo que ha realizado. Continuamos un poquito más y santiguándonos en la puerta de la Ermita damos media vuelta e iniciamos el descenso que transcurrirá por el callejón de Valhondo.
Recuperando







Peligros del camino (Fijaos como mira)







La bajada es relajante, durante todo el callejón vamos en sombra, ésto lo agradecemos mucho pues hemos agotado el agua que llevavamos. Una vez que acaba lo que pertenece a Valhondo, hay que hacer un último esfuerzo, la subida de la Aceña hasta llegar al puente de la Autovía. Corremos unos 500 metros más y paramos para poder ir recuperando del gran esfuerzo realizado.

Prueba superada.
Andando hacia la hidratación

12.- CARRERA SOLIDARIA CRUZ ROJA (12/06/2016) 5 KM.

Los Sierra en la sede de la Cuadrilla




                                    Sirva esta publicación para recordar una bonita carrera solidaria que realizamos el día 12 de junio, a favor de Cruz Roja. Carrera que debemos repetir el año que viene ya que resulta divertida y a la vez aportamos un granito de arena para que continuen con su gran labor.
La carrera comienza en la Plaza Mayor y se dirige hacia el río, subimos por la Fuente  las Tripas y seguimos por General Castaños para desembocar en la Avda de Béjar. En este trayecto nos refresca el agua de los bomberos que también colaboran.
Yayo y yo llegando a la plaza. (Ritmo de colaboración)











La carrera continúa hasta llegar a la calle Sana Clara y realizar el último tramo llegando de nuevo a la Plaza.
Carrera con día espléndido y mucha animación de voluntarios y participantes. Nosotros acabamos muy frescos y como es costumbre seguimos con el ritual de tomar unos vinitos con sus unos buenos pinchos.

Aquí con un profesional del vino

miércoles, 14 de diciembre de 2016

11.- SANJUANEJO-PANTANO AGUEDA (22-05-2016) 10 KM.

PRESA DEL AGUEDA
                               En esta ocasión haré una breve reseña a la salida que hicimos hacia el pantano en el mes de mayo. Incluiré estas carreras para que nos quede constancia y recuerdo de todas las que hacemos los domingos por la mañana. Son entrenamientos en general más fructíferos que los de "a diario" ya que solemos finalizarlas con vino y pincho, a diferencia de las anteriores que solo constan de vino. Solemos degustar la gastronomía del lugar donde señalamos la llegada, pero hay veces como en esta ocasión que simplemente nos hacemos la foto y regresamos.
El nuevo: Cañete, con su maestro Angelito




              Nos acercamos en coche hasta Sanjuanejo, de esta manera hacemos un poquito más corta la carrera. Esto es debido a que se nos une a las salidas, a mayores del recién llegado "el Nene", alguien que nunca nadie hubiera apostado porque algún día correría; nada más y nada menos que "Cañete".
El recorrido que todos conocemos lo hacemos sin ningún percance, salvo que incomprensiblemente, Cañete tropieza consigo mismo y cae al suelo.

Aquí se aprecia que el iniciado lleva buen ritmo
 Del resultado de la caída, se produce lesiones sin importancia, aunque podía haber sido peor, abrasiones (raspones para los que no lo entiendan), pequeños hematomas (moratones o cardenales) y sudores fríos.

Llegamos a la presa los tres Sierras y allí lo esperamos para después iniciar una vertiginosa bajada y finalizar la carrera en Casa "Carlitos", donde somos agasajados con panceta, lomo, huevos fritos...
Finalmente regresamos a Ciudad Rodrigo y degustamos varios pinchos en el Mirador. 10 kilometros algo lentos en esta ocasión por el lastre, pero en muy buena compañía.
Le costó recuperarse de la carrera y de la caída



martes, 12 de abril de 2016

10.- CAÑADA -CAMPILLO DE AZABA (10-04-2016) 20 KM.



      Llegó el día de la temida etapa a Campillo de Azaba, prueba definitiva para saber si algunos podremos hacer la media maratón de Ciudad Rodrigo. Había sido pospuesta en varias ocasiones por el miedo que padece Angelito a las tormentas. En esta ocasión Yayo no dio su brazo a torcer y llegaríamos a Campillo sí o sí (la expresión "sí o sí" es ambos con tilde, ambos afirmativos y es una chanza consistente en cambiar la respuesta binaria/lógica: sí o no). Vamos llegando a las 10 a la puerta de Quique (que hoy se cae de la lista por tragón), Yayo, Angelito y su cuñado José (a partir de ahora tostona), Javi y por último Bego. Hoy el día está muy desagradable, gris muy oscuro, llovizna, frío y mucho viento. Iremos en coche hasta las piscinas del campo de tiro donde iniciaremos la carrera. Antes había salido Paquito (iba sólo porque Paco a última hora decide no salir, como Quique, por tragón) andando para realizar la misma ruta, pero decide regresar a base debido a la adversidad meteorológica. Hoy el día para correr es sólo para valientes, por eso una vez captados los satélites pertinentes comenzamos la carrera.

       De manera extraña, Javi y yo antes de salir ya nos quedamos atrás, su reloj no se inicia, el botón de arranque se le ha metido para adentro y no es capaz de pulsarlo. Por fin encuentra un palito con el que pulsa el dichoso botón, algo muy raro. Los demás ya habían tomado ventaja, así que desde el inicio cerrando el pelotón. 
        El aire soplaba muy fuerte y lo recibíamos de frente, apenas podíamos avanzar, la resistencia era enorme. A los 2 km. Javi ya se empieza a derrumbar, dice que ha desayunado un café y que le ha sentado muy mal, me dice que nos deberíamos dar la vuelta, que el día no está para correr, que hace mucho frío, que llueve, que hay muchas piedras, que ¿dónde vamos?, en fin, de tanto protestar no se ha dado cuenta de que nos hemos plantado en el km 4 y que Yayo y tostona han vuelto a buscarnos. Bego y Angelito siguen primeros y a bastante distancia. El camino transcurre entre fincas desarboladas, el abrigo es nulo y seguimos recibiendo el viento y la lluvia sobre nuestros torosos cuerpos (Del lat. torōsus 'musculoso'. Fuerte y robusto). El firme es de arena endurecida, salpicado de pequeños charcos y a veces un manto verde de hierba que da gusto pisarlo, los pies lo agradecen. En el km 5 llegamos a la primera subida, son cortas rampas, pero muy empinadas, aquí el suelo es más abrupto, piedras pequeñas pero sueltas que dan inseguridad y regateras formadas por el agua que ponen en peligro nuestros tobillos. Yayo y tostona siguen dando la vuelta de vez en cuando para ver que tal vamos nosotros. Seguimos con mucho viento y la lluvia arrecia, aún recibimos las inclemencias de frente, afrontamos ahora otra de las rampas, en esta ocasión más larga, ya no vemos a los demás, subimos a un ritmo lento pero firme. A lo lejos vemos a Yayo y tostona en un alto, lo que nos indica que el desnivel en el que nos encontramos es importante, pasamos al abrigo de un pinar que agradecemos. Sobre el km. 8 llegamos a una encrucijada y sin saber muy bien que hacer decidimos contiuar por el camino de la derecha, siempre orientándonos hacia Campillo. El primer objetivo está en el km. 10, el monolito de la fotografía que preside la presente crónica. 

El bodonés de la bicicleta

No sabemos si vamos por el camino correcto,  en este momento de desconcierto se nos abre el cielo, pues vemos a un paisano (por la pinta bodonés), decidimos acercarnos y preguntarle si vamos por el camino correcto, al aproximarnos no me lo podía creer, "el tonto del pueblo", no había visto pasar a nadie, no sabía si ibamos bien, en fin seguimos corriendo y lo dejamos atrás (yo aceleré pues vi un bulto sospechoso que llevaba en la bicicleta, podría tratarse de la motosierra, siempre hay un tonto de la motosierra que corta todo lo que encuentra, así que le dije a Javi que acelerara). Por fin subimos la que sería la última cuesta y vimos en esta ocasión a Yayo y a Angelito venir hacia nosotros, nos indican que ya hemos llegado al monolito y que se acabó lo difícil. Así fue, continuamos por el camino de la derecha que nos llevaría a la carretera de Campillo. Bego y tostona no han parado y van muy distanciados. 
      Ahora hacemos un grupo los cuatro y seguimos corriendo por un terreno muy favorable y más resguardados. Angelito hace un poco el tonto con las vacas, llamándolas y éstas ni caso (de ahí la expresión "como las vacas al tren"). Corremos en arena durante 3 km. y llegamos a la carretera. Ahora todo es descenso, estamos a unos 6 km. de Campillo. Yo espero a Yayo que está hablando por teléfono y Angelito y Javi siguen ya muy distanciados, iniciamos un descenso muy brusco que me viene muy bien para recuperar, el ritmo ahora es más rápido, le digo a Yayo que tire que yo voy bien, engancha con Angelito y entre medias queda Javi. Llegamos a la recta final (recta larga y cansina) que nos conduce al cruce de Campillo, viene a buscarme Yayo y Angelito, y Javi entra en el pueblo. Llegamos a Campillo en 2 horas y 10 minutos interminables, pero conseguido.
Ya en Campillo


            Atrás quedaron kilómetros de sufrimiento, pero que olvidamos con el orgullo de haber realizado una carrera tan dura, larga y arriesgada. Etapa para repetir (absténganse aficionados). En el bar de Vicente refrigerio y pincho, yo del esfuerzo no puedo comer nada, pero los demás se ponen tibios a tocino, tortilla y jetas.

Haciendo amiguitos en el pueblo (son dos carneros, los del fondo)

lunes, 11 de abril de 2016

9.- CIUDAD RODRIGO-LA ENCINA (24-03-2016 14 KM)




         Para la salida de hoy,  el lugar elegido ha sido La Encina, un recorrido de unos 14 km., con tramos muy exigentes, pero ya muy conocidos por los Cazahitos. La mañana está estupenda para correr, fresquito pero día muy soleado y si viento. A las 10 donde siempre, llego el primero y esta vez acompañado de un nuevo cazahito, Adolfo (nene), va a hacer su primera carrera larga de entrenamiento junto a la élite, así que sueño cumplido. A continuación llegan Yayo, Quique y por último Javi (más que "cazahitos" parecemos "los sierras").

         Como siempre comenzamos la carrera en grupo (una vez captados los satélites) y aunque parezca mentira, al cruzar el puente y enlazar con la carretera de Cáceres, el grupo se rompe, empiezan los ataques, se distancian Quique, Yayo y Adolfo, y yo me quedo atrás para llevar a Javi, que como siempre tiene malas sensaciones. 
Grupo roto (al fondo Javi y Fito)


       Llegamos en ese orden al kilómetro 3 y comenzamos la primera ascensión del día "Campanilla", son unos 2 km  aproximadamente de subida dura con pocos falsos llanos que te den un respiro, no puedo preguntar  a Adolfo que que tal va, porque no puedo alcanzarlo. Yayo y Adolfo suben muy distanciados, Quique regresa para alentar y acompañar  a Javi ya que yo no lo necesito, comienzo a subir en solitario al ser relevado por Quique. Ya arriba me han esperado Yayo y Adolfo, me dice que va fenomenal, lo noto porque no resopla y puede hablar, cosa que yo hago con mucha dificultad. Llegan Javi y Quique y volvemos a formar un grupo en la tan ansiada bajada. Dura poco pues los dos de siempre vuelven a distanciarse. La carrera ahora transcurre por tramos llanos, a ambos lados fincas con tonos muy primaverales, el campo verde salpicado de florecitas amarillas (crucíferas y escrofulariáceas, para los entendidos en botánica) y mucho ganado, esta vez sin riesgo ya que los alambrados están en perfectas condiciones y no ha venido Angelito.

        Sobre el Kilómetro 9 de carrera ya se han definido las posiciones, atrás javi y yo, viendo a lo lejos a Yayo, Adolfo y Quique, que nos están esperando en el cruce de La Encina para comenzar la temida subida hasta el pueblo. 

Subidas de hasta el 9%


Las cuestas se extienden durante 3 largos kilómetros, con rampas de extrema dureza (un 10,5% de inclinación, calculo yo). El ritmo mío y de Javi es muy lento, en las primeras cuestas perdemos a los otros tres de vista, el primero en llegar a la cima es Adolfo, que vuelve a bajar a esperar a Quique, este gesto es sin duda heredado de su padre, pues baja para no seguir sólo, no siendo que le salga un jabalí. En tercer lugar llegó Yayo y mucho más tarde lo logramos Javi y yo. Hicimos la subida alternando correr-andar, ya que nos fue imposible subirla sin echar a andar. Adolfo lo hizo sin despeinarse (siempre atusándose el pelo). 



               Bueno, ya en la cima nos agrupamos y enfilamos  el último kilómetro hasta el pueblo. La meta se encontraba en Villa Ana y allí nos esperaba Potter (perro que opta a ser la mascota de los cazahitos, junto con una chucha que tiene Mari, la nika, el yaki, el nik, el canario de Yayo o un pez que tiene Carlos)
Potter posando para la elección de mascota Cazahito. Pronto se realizarán las votaciones. Enviar fotografias de aspirantes a Mari para que sean publicadas en facebok y podamos elegir.
El tiempo que hicimos en esta ocasión fueron 1 hora y 30 minutos aproximadamente, buena marca para la etapa tan dura que resultó. Conseguido. 


martes, 22 de marzo de 2016

8.- CIUDAD RODRIGO-CRUCE DE SERRADILLAS

8.- CIUDAD RODRIGO-CRUCE DE SERRADILLAS (20-03-2016 13 KM.)



                Algo accidentada la desición de donde ir corriendo este domingo. Todo estaba preparado para ir a Campillo de Azaba por la Cañada que transcurre a partir del Campo de Tiro, más conocido como interpeñas o piscinas. Durante el sábado yo advertí que las previsiones meteorológicas vaticinaban lluvias al 100 %, aun así y haciendo caso omiso a mi solicitud de realizar un recorrido más cercano al casco urbano, Yayo, apoyado por Angel, en un erre que erre incomprensible deciden ir de todos modos a Campillo. Como siempre, llego primero a las 10 a la puerta de Quique, seguido de Yayo (Yacky ya estaba dando la brasa para salir), llega Javi y sale Quique. El cielo está muy nublado con nubarrones oscuros. El último en llegar es Angel y aquí empieza el follón. Se le ha metido en la cabeza que va a hacer tormenta  (cosa improbable porque es lo que yo hubiese presentido nada más salir de casa si fuese cierto, ¡huelo a distancia las tormentas!) y que ésta va a caer justo en Campillo. Nos confiesa que él va lloviendo al fin del mundo, pero con tormenta como que no. Lo tanquilizo y le ayudo a convencer a los demás de que vayamos por otra parte, así evitaríamos  la tormenta tan temida por Angel. Por fin chupando el dedo y levantándolo al aire, indico que la mejor zona es ir por la carretera de Sanjuanejo, momento en el que Yayo marca como meta el cruce de las Serradillas (en este momento Angel vio la luz).

Modo de usar el dedo (hay que chuparlo primero) para predicciones meteorológicas.

           Esta ruta para mi ya es conocida, he ido  tres veces hasta Serradilla del Arroyo, la carretera hasta la Caridad ya la conocemos todos, el infierno comienza a partir de Cantarranas, no le digo a Javi la verdad del recorrido para no hundirlo, le animo diciéndole que es un taryecto sencillo.

Salimos todos juntos a un ritmo tranquilo, el pelotón se deshace al bajar la primero puentecilla, ya se adelantan Quique, Angel y Yayo. Javi y yo vamos atrás pero de momento hablando y con respiración relajada. A la altura de la deshidratadora veo que Quique da la vuelta a buscarnos, le digo a voces que no hace falta, que ya llevo yo a Javi, aun así viene hacia nosotros y nos enseña una zorra (vulpes vulpes) muerta en la cuneta. Seguimos tranquilamente disfrutando de la carrera y comenzamos a subir la cuesta de la Caridad (aquí termina la respiración relajada y comienzan  los escupitajos), Javi se queda un poquito rescolgado y lo espero. Volvemos a juntarnos todos al llegar al cruce de Sanjuanejo con la carretera de Serradilla. Ahora continuamos juntos, divisamos a lo lejos el primer peligro y susto del día, un mastín al lado de la carretera y con la portera de la finca abierta. Pido a todos que no agrupemos pues así el mastín verá bulto y se pensará dos veces el atacar, aparte de que hay más probabilidades de librarte. 
Mastín pensado que hacer

Les digo que pasemos en silencio para no alborotarle, pero incomprensiblemente angelito empieza a saltar azuzando, gritando y llamando al perro, nos pone a todos nerviosos porque el perro hizo el amago de tirarse a por nosotros y morder al último (nos lo rifaríamos Javi o yo). Por fin  Angel se tranquiliza y lo vamos dejando atrás. Llegamos bien al Km. 6 que se encuentra en Cantarranas, las sensaciones son buenas y la temperatura ideal para correr.  Ahora toca  bajada hasta cruzar el regato y una pequeña ascensión hasta llegar a la portera de la Finca la Jiera. En este momento, que angelito ya se ha envalentonado al ver que no habrá tormenta, quiere cambiar la ruta y llevarnos a través de la finca, a lo que me niego y sigo corriendo por la carretera, todos me siguen y así abortamos el intento de intorducirnos en los peligros del campo abierto. Estamos llegando a lo difícil de la carrera, toda la carretera es una considerable ascesnsión, turnándose con falsos llanos, voy un poco desfallecido pero saco fuerzas y sigo adelante. Yayo y Angel delante y Quique, Javi y  yo detrás. Ahora llevamos a la derecha cerdos y a la izquierda novillos bravos. Le da un segundo arrebato a Angel y comienza a incitar a los novillos, en esta ocasión los espanta con sus voces, me siento aliviado al ver que se alejan. 
   Nos encontramos a unos metros de comenzar la subida de  las cuestas de Macarro (esto ya son palabras mayores unos 3 km. de ascensión), nos dejan a Javi y a mí para que subamos a nuestro aire y a ellos tres les perdemos la vista en la primera curva de la subida. Javi me deja atrás ya que yo voy lesionado de un tobillo, aun así nunca le pierdo de vista. Al reducir la velocidad, me da tiempo a ir buscando amparos en caso de ataque de algún animal, visulizo los mejores árboles para subirme, descarto las alambradas porque son de espinos... Subimos rampas de hasta un 9% de inclinación, hay momentos en que echo a andar, pero aprieto lo que puedo y continuo corriendo. Por fin diviso la cima, me vengo arriba y llego esprintando a gran velocidad al cruce donde ha llegado ya el resto. El tiempo de carrera: 1 hora y 20 minutos Conseguido. Quique y yo nos encontramos bien y comenzamos a correr ahora en dirección Ciudad Rodrigo, hasta encontrarnos con Alejandro, que ha venido desde Burgos a buscarnos. Colocamos a Javi en el asiento delantero con Ale par compensar el coche y regresamos a Ciudad Rodrigo. Así lo he corrido y así se lo he contado.


La élite (que cuerpos, por Dios)


martes, 15 de marzo de 2016

7.- PARADINAS-CASTILLEJO MARTIN VIEJO (13-03-2016 13 km.)



        Para la salida de este domingo, Yayo ha elegido camino de tierra entre Paradinas de Abajo y Castillejo Martín Viejo, para mí resulta un recorrido desconocido. Quedamos como siempre a las 10 en casa de Quique. Hay que ir en coche hasta Sancti Spíritus y de allí a Paradinas. En esta ocasión salimos Yayo, Bego, Javi Sardi, Quique y yo ya que Angel se cae de la lista porque le apetece más montar estanterías del IKEA. Una hora antes ha salido Paquito andando hacia Castillejo, él por carretera. Bueno, pues llegamos a Paradinas y ya empieza a resultar un poco peligrosa la salida,  somos recibidos por un perro que no tenía muy buena pinta, me toca a mí espantarlo para poder comenzar la carrera con tranquilidad. Una vez que el perro ha salido huyendo y nuestros relojes han cogido el satélite correspondiente, comenzamos a correr despacito, vamos agrupados el primer kilómetro. El camino transcurre entre fincas de encinas y robles, a veces salpicadas por enormes alcornoques, la verdad que el paisaje que nos acompaña merece la pena. La carrera se va estropeando a medida que avanzamos ya que empiezo a divisar especímenes del gando vacuno que apuntan a bravura. Ahora mis sentidos, aparte de en mis piernas que a medida que avanzamos van más cansadas,  se cansan mi vista y mi oído ya que oigo y veo vacas y toros por todos los lados. Estamos rodeados.
Muestra del ganado que se movía a nuestro lado


 A medida que avanzamos en nuestro recorrido, el camino se convierte en un gran tobogán, subimos cuestas de considerable inclinación, pero a continuación  siempre viene un bajada que nos permite recuperar. En los 5 primeros kms se han adelantado Bego y Yayo, por detrás quedamos Javi y yo  y Quique que va a nuestro ritmo. Yo disminuyo un poco ya que Javi se va quejando de los tobillos.



Sobre el kilómetro 8, la carrera sigue de igual manera, ahora es Yayo el que se queda con nosotros y Quique continua delante con Bego. Entramos en la parte de la carrera más peligrosa, ya que llegamos a una finca a la que se accede a  través de una portera canadiense, esto significa que el camino continua sin alambrados laterales, es decir sin protección. Vigilo atentamente a los dos lados del camino pues todo está lleno de jaras y matorrales, escondite perfecto para cualquier vaca o toro que puede pillarnos desprevenidos, ésto lo aprovecha Javi y se adelanta unos metros, ahora cierro yo el grupo siempre acompañado de Quique o Yayo.


Se endurecen las cuestas, Yayo marca como fin de las mismas una torre de alta tensión que a mí me hunde, ya que parece que está muy lejos y muy alta. Comienza una ascensión muy fuerte, aprieta el calor y yo los dientes. Quedo solo atrás pero siempre viendo a los demás. Nunca los pierdo de vista. Por fin la cima y la dichosa torreta, ésta marca un descenso (falso descenso, pues a mi me cuesta mucho recorrerlo) ya con Castillejo a la vista. Cada vez más cerca el pueblo pero se me hace interminable. Sorprendentemente, quedando unos 600 metros me vengo arriba y dejo atrás a Quique y sobrepaso a Javi como una exhalación, continuo con mi sprint hasta alcanzar a Bego y a Yayo que ya han llegado a la meta marcada.

Momento en el que dejé atras a Quique y a Javi

Por fin en el pueblo, hemos corrido a buen ritmo, una hora y 15 minutos, buenas sensaciones tras el esfuerzo tremendo. Ya en el bar (punto de encuentro con Dani, Sonsoles y Nilo que han venido a buscarnos) nos espera Paquito. Damos cuenta a un refresco fresquito acompañado de pinchos típicos de Castillejo: Morros, oreja rebozada, huevos con farinato, jeta... conseguido.